Juegos de rol
Aparte de las diferentes y variopintas técnicas de interpretación, en esta variante suelen usarse juguetes (dildos, consoladores, amarres y nudos, esposas, fustas, calis, etc.), elementos verbales (insultos, desprecios, humillaciones similares, frases tiernas, etc.), y algunos elementos como la indumentaria, que suele ser de corte fetichista con tejidos como el cuero, el látex o el nylon. Todo depende de los gustos de los participantes y la clase de obra que deseen interpretar.
El concepto de juego es muy usual en una parte importante de la comunidad BDSM. Se trata de personas que consideran las prácticas relacionadas con su afición como algo de contenido, forma y fondo eminentemente lúdico-sexual, escénico. En el vocabulario de estos activistas, se habla de juego, de jugar, y de juegos de rol, refiriéndose generalmente a quienes toman y representan un papel dentro de una escenografía formada por un par complementario: maestro-alumna, cuidador-mascota, enfermera-paciente, amo-esclava, niñera-bebé, etc. Un elemento esencial de este tipo de relación es el EPE Intercambio Erótico de Poder. Este tipo de fantasías escenifican en la práctica una situación no-igualitaria como elemento de juego sexual, pero se enmarcan en relaciones que, paradójicamente, suelen ser más igualitarias (fuera del juego) que muchas otras del resto de la sociedad
Durante la sesión (o más bien, en este caso, durante el juego) los practicantes actúan siguiendo los modelos de comportamiento supuestos en el personaje que interpretan: si se trata de un rol cuidador-mascota, aquel utilizará el lenguaje propio de quien habla cariñosamente (o con enfado) con su mascota, mientras que quien se atribuye este último papel, imitará en parte los movimientos, comportamientos e incluso sonidos de dicha mascota. Al finalizar la sesión, la pareja recobra su relación habitual.
Muy diferente es la visión de otra parte de la comunidad BDSM, respecto a los mismos elementos. En este caso, los participantes perciben igualmente que la relación tiene amplios componentes de fantasía, pero rechazan considerarlo exclusivamente como un juego escénico, sino que lo dotan de elementos profundos y de un complejo simbolismo, que trasciende el espacio-tiempo de una sesión, impregnando también otras facetas de la vida de la pareja.